Preocupan quebrantos y las caídas de inversión

Desde las cooperativas distribuidoras del servicio de energía eléctrica advirtieron que con el actual cuadro tarifario es ineludible que los balances vayan a números en rojo y alertaron que además «la falta de inversión que esto implica» terminará en el mediano plazo en una merma en la calidad del servicio.

Los más preocupados son quienes conducen cooperativas pequeñas y medianas, mientras que otros plantean la necesidad de hacer modificaciones en la prestación del servicio rural. «Hemos planteado dentro de Fepamco ese debate, pero todavía no hemos logrado que se dé un consenso que le podamos transmitir al gobierno», dijo Jorge Díaz, presidente de la Cooperativa de Victorica, una de las que tiene la mayor cantidad de kilómetros de líneas rurales.

En tanto, el gerente de la Cooperativa de Macachín, Claudio Marrón, sostuvo que el aumento tarifario «es necesario» dentro del «contexto crítico en que damos el servicio» y dijo que «desde donde corresponde hay que avanzar en revisar la estructura» tarifaria.

Para el gerente de la Cooperativa de Alpachiri, Roberto Alderete, estos niveles de tarifas, frente al gasto corriente implica que las distribuidoras «vamos siempre corriendo desde atrás» y la posibilidad de inversión en mejoras o mantenimiento «depende siempre del aporte del gobierno» y esto «no debería ser así».

Pedro Ruiz, presidente de la cooperativa de Colonia Barón, opinó que «entendemos el perjuicio que un aumento significa para la gente, pero si esto se prolonga se va a resentir el servicio, sin inversión no hay calidad», advirtió.

Tarifas y subsidios.

Hace unos días parece haber quedado sellado el debate que generó el desacuerdo de las cooperativas con el aumento del 9% en la tarifa de energía dispuesto por el Ejecutivo. El gobernador Sergio Ziliotto dispuso subsidios compensatorios de ahora a fin de año. Algo así como parar la pelota y volver a discutir cuando llegue el verano. Mientras tanto, volvieron a confiar en que en el marco de la comisión tarifaria mixta se produzcan progresos.

En Barón, Ruiz dijo que «el último balance viene con quebrantos, aún cuando somos una cooperativa de escaso personal y austeros en el gasto» y anticipó que «así vamos a una degradación de la calidad en el servicio, con esta recaudación no queda para invertir».

«Sabemos que es un perjuicio para el usuario si el costo de la energía es mayor, pero necesitamos cerrar nuestros números», agregó y reconoció que «el gobierno ha hecho muchos esfuerzos, pero con la inflación y los insumos dolarizados, más las paritarias, estamos siempre con el caballo detrás del carro».

Fue enfático al indicar que «nosotros pretendemos nivelar, no ganar plata. Nuestro único objetivo es dar un buen servicio».

En términos similares opinó Roberto Alderete en Alpachiri. «Somos de las cooperativas chicas. Normalmente en tres o cuatro meses al año, cuando baja el consumo, tenemos números en rojo, los gastos superan los ingresos por un tema de escala».

Con tarifas insuficientes, «es peor, siempre vamos corriendo desde atrás, tenemos que balancear», indicó y aclaró que «esto es dejando de lado que nunca tenemos un resto para invertir, siempre dependemos de los aportes del gobierno».

Destacó que «esa ayuda siempre está, a veces no todo lo que hace falta ni tan rápido, pero está», y lamentó que no decidan tarifas acordes. «Mes a mes entregamos nuestras estadísticas, ellos tienen todos los datos para decidir».

No todas iguales.

Claudio Marrón opinó que el incremento tarifario «es necesario en un contexto crítico, por la inflación, los insumos dolarizados que suben por el aumento del dólar y también suben en dólares, un problema cultural que tenemos en este país…»

Reflotó el tema de que «no todas las cooperativas son iguales. No es lo mismo una que tiene cientos de usuarios en dos manzanas a las que tienen pocos; no es lo mismo un campo en el Oeste que uno en la zona productiva; no es lo mismo un kiosco en la ciudad donde por día pasan por la puerta miles de personas a uno que está en un barrio de un pueblo pequeño».

Esto amerita que «desde donde corresponda se revise, se analice ya no los porcentajes en que debe subir o bajar la tarifa sino la estructura».

En términos similares se expresó Jorge Díaz, en Victorica. El titular de la Cevic dijo que ha planteado el tema de los usuarios rurales y los miles de kilómetros que algunas cooperativas atienden. «Es un debate que todavía no se dio, pero no depende de mí», deslizó.

Opinó que está «siempre en contra de un aumento tarifario. Ando en la calle, además hago política y sé de la realidad de la gente. Es desagradable tocar el bolsillo…»

Dijo que «esa realidad la tenemos en la cooperativa, vemos que nuestra recaudación también cae y que una mejor tarifa es necesaria», pero destacó que «el gobierno siempre está. Estuvo durante la pandemia, apoyó a las cooperativas y ahora lo seguirá haciendo», y especialmente mencionó que «nos financia permanentemente las obras para mejorar el servicio, para mantenerlo. Es un gobierno muy presente que además tiene un perfecto diagnóstico de la realidad social», cerró.